El teléfono es un medio de comunicación que reduce, en cierta medida, nuestra capacidad de expresión al no poder ver nuestros gestos y expresiones, por lo que tenemos que expresarnos con la mayor claridad posible. Hay que distinguir entre contestar al teléfono una llamada personal y contestar una llamada de negocios. Aunque en términos generales se hace igual, tienen sus diferencias.
Si te equivocas al llamar, pide disculpas y no cuelgues como si fueras un niño. Es de muy mala educación colgar de golpe además, cualquiera se equivoca. Y si te llaman equivocado no te molestes en exceso.
Al atender el teléfono lo correcto es decir 'diga, buenos días'. Nadad de 'aló', 'sí', 'hable'... Las maneras de contestar son muy variadas, dependen del nivel de confianza y del lugar, pero, lo conveniente, es identificarse antes de comenzar la conversación. Por ejemplo: 'hola, habla Juana...'
Debemos hablar en un tono fuerte y claro pero sin gritar. No deben hacerse llamadas a horas inadecuadas como la siesta, horas tempranas de la mañana, a medianoche o la madrugada. Por supuesto, quedan exceptuadas las emergencias. Tampoco debe llamarse a la hora de las comidas.
Si recibimos llamadas indeseadas u obscenas, lo mejor es no responder porque es lo que esperan, que nos alteremos y profiramos groserías.
El teléfono es un medio de comunicación para avisos o pequeñas conversaciones y no para contarnos toda la vida. Esto último debemos enseñárselo muy especialmente alos más jóvenes de la casa.
Hablando por teléfono
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