Al utilizar y confeccionar las tarjetas de visita, debemos analizar el uso que le daremos las mismas: Personal o profesional. El formato más utilizado para ambos casos es la tarjeta de 9,5 cm. de ancho por 5,5 cm. de alto. El color siempre será blanco o marfil para las tarjetas personales, y para uso profesional o empresarial, se pueden admitir diseños y colores mucho más atrevidos pero tampoco hay que excederse en modernidad porque podemos caer en el mal gusto. El sobre correspondiente deberá ser del mismo tamaño, color y tipo de papel que la tarjeta de visita.
Los datos indicados
Estos datos varían según el uso que les demos. Lo más seguro es que la persona a la que le demos una tarjeta personal, no le interese o le parezca irrelevante el puesto de trabajo que tenemos en la empresa o el fax de la oficina..., mientras que en el ámbito laboral, el nombre de tu pareja es también irrelevante.Las tarjetas de visita personales ponen el nombre de la persona con sus dos apellidos, y debajo, si lo desea, el nombre de su cónyuge. En la parte inferior, centrado o parte inferior derecha, la dirección y si lo desea al teléfono. En estas tarjetas no se debe poner cargos de empresa ni departamentos.
Las tarjetas de visita profesionales pueden contener los datos de cualquier tarjeta de visita de uso personal, con el logo de la empresa, el cargo o departamento ocupado debajo del nombre centrado y la dirección de la empresa. En algunas tarjetas figura en la parte inferior izquierda la dirección de trabajo y en la parte inferior derecha la dirección particular.
Puedes tener los dos tipos de tarjeta en un bonito tarjetero para que puedas presentar la que corresponda en cada momento. Tampoco queda mal presentar una tarjeta laboral en el ámbito privado pero, lo mejor, será tener ambas a mano y disponibles. Además, tu pareja puede tener las mismas y quedarán muy bien.