La soltería

La soltería

En un tiempo no muy lejano, ser soltero era sinónimo de fracaso. Se consideraba que la persona que no se casaba no había logrado estar casado, lo que se consideraba imprescindible. En la actualidad, la soltería no está mal vista y es de lo más natural.

En un tiempo no muy lejano, ser soltero era sinónimo de fracaso. Se consideraba que la persona que no se casaba no había logrado estar casado, lo que se consideraba imprescindible. En la actualidad, la soltería no está mal vista y es de lo más natural.

En los tiempos de antes, las personas solteras eran vistas por la sociedad como personas que habían tenido mala suerte en la vida y no habían conseguido casarse, cualquiera sea el motivo. Hasta hace poco tiempo el matrimonio era el estado civil más común y los que se salían de esta norma eran los 'solterones' y las 'solteronas'. Hoy en día se ha convertido en una opción más de vida; es decir, una elección personal.

La sociedad los ve como personas independientes, que llevan una vida holgada económicamente y las mujeres son vistas como personas independientes en todos los aspectos, especialemnte el económico.

Tipos de soltería

Para saber qué tipo de soltero es una persona, debemos determinar la actitud y el grado de soledad. Ésta será positiva o negativa dependiendo de cómo se viva.

Están los convencidos, que viven a gusto la situación y dedican tiempo a su trabajo, hobby, actividades solidarias, la familia grande... Se han convencido porque desean vivir libres de las ataduras familiares o por algún fracaso amoroso.

También hay solteros exigentes que ponen demasiadas exigencias, valga la redundancia, para la vida en pareja y además quieren desarrollarse personalmente como si fueran independientes. Los aventureros son los que prefieren conocer mundos exóticos, aventuras salvajes en lugares remotos y la compañía de una pareja no es lo mejor para ese tipo de vida.

Los picaflores son los que le temen al compromiso y al miedo al fracaso por lo que prefieren ir de flor en flor. La fidelidad no es su fuerte.

LOs hay autosuficientes, resignados, egocéntricos, tímidos y hasta amargados. Estos últimos sufren mucho la soledad, pueden ser agresivos y mantienen una envidia latente hacia los que viven en pareja y los critica constantemente.

La soltería: Oportunidad para crecer

Las personas que han decidido estar solteras y las que lo están "provisoriamente", deben aprender a manejar la soledad, su gran compañera pero que puede convertirse en su peor enemigo. Hay muchas personas casadas que viven muy solas, por lo que la soledad no acompaña solo a los solteros.

La soltería debe ser una oportunidad para crecer como personas, controlar nuestra conducta, tener experiencias vitales importantes diferentes a las de vivir en pareja.

Rodearse de la familia, amigos, conocidos con los que compartir buenos y malos momentos es fundamental para no amargarse la vida ni hundirse en el silencio.

Para ello debemos evitar las rutinas conocidas como "manías de soltero" que nos etiquetan. Estar abiertos al mundo. No hay que preocuparse en exceso y sí ocupar el tiempo, saliendo a buscar las experiencias y oportunidades.

Debemos huir de la autocompasión y de la resignación. Ser generosos para evitar las exclusividades, compartir nuestro tiempo, nuestro espacio con aquellos que nos necesitan, escuchando consejos, otras formas de pensar y hasta compartiendo las dificultades y las alegrías con otros o las de otros.

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