Dormir pero no descansar

Dormir pero no descansar

Los trastornos del sueño no son un grave problema de salud pero, para quienes lo padecen, es bastante serio porque alteran su ritmo de vida y el descanso.

La mayoría de las personas encuentran en el sueño el relax necesario para desconectar del acelerado ritmo de la vida, las preocupaciones, el trabajo, el stress de la vida. Pero, si bien todos dormimos, no descansamos de la misma manera.

El cerebro sigue activo para poder organizar la información, reparar el cansancio pero sin conciencia. Es por eso que el sueño y la vigilia se complementen y forman una unidad. Algunas personas no pueden descansar porque sufren algún trastorno del sueño.

Fases del sueño

El sueño se organiza en fases que cumplen funciones específicas y aparecen de manera continuada.

- La primera, de ondas lentas o sueño no REM, se divide en cuatro etapas que permiten que el sueño sea cada vez más profundo. En este proceso disminuye el ritmo respiratorio y cardíaco, se produce un aislamiento sensorial que proporciona el descanso físico para la recuperación de energía. Se prolonga durante unos noventa minutos.

- La segunda fase es la llamada sueño REM o de los movimientos oculares rápidos. En sus 90 minutos de duración, el cerebro registra casi tanta actividad como durante la vigilia, ya que es la etapa en la que se originan los sueños y pesadillas. Pero en lugar de recoger información del mundo externo, el cerebro sólo tiene en cuenta la información que genera por sí mismo, como un intento de organización y de consolidación de aprendizaje y recuerdos.

Durante las ocho horas que debería durar el sueño se suceden las dos fases alternativamente; se alterna sueño profundo y menos profundo unas tres o cuatro veces cada uno. Los sueños de la última fase REM se recordarán con más facilidad por su cercanía al momento de despertar.

Trastornos del sueño

Sonambulismo

Es uno de los trastornos del sueño más habitual. Se produce la mayoría de las veces durante la infancia y disminuye con los años. No es una patología grave ni provoca problemas de salud. desaparece de manera espontánea por lo que no se aplica tratamiento sólo que se de con demasiada frecuencia.

El sonámbulo sigue dormido, aunque sea capaz de levantarse de la cama y realizar alguna tarea sencilla. Se levanta de la cama con los ojos abiertos, desorientado y sus movimientos son erráticos. Despertarlo llevará unos minutos pero, lo mejor, es guiarlo hasta la cama, con frases sencillas y en tono suave, ya que se halla en la fase de sueño REM.

Lo normal es que al día siguiente no recuerde nada, por lo que resultará poco efectivo insistir en lo ocurrido. Esto es muy relevante durante la infancia, periodo durante el que estos casos deberán ser tratados con la mayor delicadeza, sin recriminaciones ni intentos de convencimiento para que esto no vuelva a suceder. Lo más importante es mantner puertas de calle o al exterior y ventanas cerradas y bien cerradas para evitar accidentes y alejar los objetos que puedan hacerle daño.

En la infancia se deben seguir ciertas pautas regulares, una rutina en los horarios para obtener un sueño estable, facilitando el descanso durante unas ocho horas.

Somniloquio: Son balbuceos, palabras inconexas hasta frases enteras pronunciadas durante el sueño. Puede producirse durante la infancia o en la edad adulta, e ir asociado a episodios de estrés.

Bruxismo: Activación de los músculos de la mandíbula de forma repetida durante el sueño causan el desgaste de los dientes. Lo normal es recurrir a una prótesis que disminuya la presión y desgaste posterior.

Mioclonias hípnicas: Contracciones musculares espontáneas y súbitas. En general, se relacionan con los excesos en el consumo de sustancias estimulantes, como el café.

Parálisis del sueño: Es despertar durante la fase REM, lo que genera una parálisis corporal. La persona no puede mover su cuerpo de forma voluntaria durante unos segundos pero no es grave. Es habitual en personas que trabajan por turnos o que se someten habitualmente al jet-lag.

Related Articles