Endometriosis

Endometriosis

La endometriosis es una enfermedad crónica muy frecuente que puede afectar a cualquier mujer en edad fértil desde la primera menstruación hasta la menopausia. Es una enfermedad benigna que no hace peligrar la vida pero provoca dolores muy intensos.

Esta patología fue identificada en 1921 y, desde entonces, se ha podido comprobar el elevado número de mujeres que la padecen.

Qué es la endometriosis

La endometriosis consiste en la presencia de tejido endometrial fuera del endometrio, en particular en la cavidad pelviana. Las causas no son muy claras pero algunos estudios apuntan a un trastorno inmunológico. También se ha descubierto que las mujeres con endometriosis tienen más probabilidades de sufrir síndrome de fatiga crónica, fibromialgia, asma, eczema y otras formas de alergia aunque esto no está totalmente comprobado.

El tejido endometrial situado fuera del endometrio es incapaz de crecer de forma independiente; por lotanto, es un tejido no canceroso, pero sufre los mismos cambios del endometrio uterino. Este tejido puede aparecer en cualquier parte de la cavidad pélvica y localizarse en ovarios, recto, vejiga urinaria, pero también puede diseminarse y llegar a otras partes del organismo a través de la sangre y de las vías linfáticas.

Síntomas

Los síntomas suelen aparecer por primera vez cuando la mujer tiene entre 20 años y 30 años. El síntoma más importante es un dolor muy característico que aparece poco antes de la menstruación y desaparece una vez iniciada ésta, si bien en ocasiones puede mantenerse como un dolor pélvico crónico. El dolor puede ser de intensidad variable, desde leve a muy intenso e incapacitante. El dolor se presenta también durante las relaciones sexuales y la infertilidad o esterilidad está muy ligada a la endometriosis. Muchas veces causan serias alteraciones en la aclidad de la enferma como consecuencia del dolor crónico.

Tratamiento con hormonas

El tratamiento con hormonas es el más utilizado para controlar la endometriosis. Estos fármacos suprimen la actividad de los ovarios y retrasan el crecimiento del tejido endometrial. Comprenden anticonceptivos orales, progestágenos, danocrina y agonistas de la hormona liberadora de gonadotropinas (GnRH).

El tratamiento no cura la endometriosis y ésta reaparece cuando termina la medicación. La danocrina tiene efectos secundarios como acné, cefaleas, astenia, aumento de peso, senos pequeños, mareos y sofocos. Además, las mujeres que toman danocrina no deben quedarse embarazadas porque este fármaco puede dañar el feto. Como se deben ingerir con otras hormonas como las anticonceptivas, para evitar el embarazo deberán utilizar otras medidas: diafragma, preservativos u otros métodos barrera.

Los agonistas GnRH que se administran en forma de inyección o de inhalador nasal tienen también efectos secundarios: Insomnio, cefaleas, sofocos, depresión, sequedad vaginal, osteoporosis.

Cuando el dolor es intenso e incapacitante, lo primero que hay que hacer es eliminarlo o disminuirlo. Para ello se utilizan analgésicos, pero si no son suficientes, se debe recurrir a otros medicamentos. De todas maneras, el tratamiento debe ser indicado por el médico y éste será el que decida cuál es la mejor manera de afrontar la enfermedad y de paliar los dolores y molestias. Su tratamiento depende de la extensión de la endometriosis, del dolor que provoca, de la edad de la mujer y de su deseo de quedar embarazada, por lo que puede resultar complejo.

Otros tratamientos

Pero debemos dejar bien claro que la endometriosis no tiene cura: mientras los ovarios están activos, la enfermedad persiste; cuando se produce la menopausia, desaparece. En los casos severos en los que la afectada no desea quedarse embarazada se puede realizar la extirpación de útero y ovarios, que tiene los mismos efectos que la menopausia. Luego se realiza un tratamiento con estrógenos.

También existe una cirugía donde se extirpa todo el tejido dejando los ovarios y el útero en las mejores condiciones posibles para que haya posibilidad de embarazo.

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