El huevo: Un alimento completo

El huevo: Un alimento completo

El huevo es uno de los alimentos fundamentales de la dieta. No dejes de conocer un poco más sobre este delicioso y saludable producto.

El huevo está formado por: clara, yema y cáscara. La clara supone el 57% del peso total y está compuesta por agua y proteínas. La yema constituye el 31% del peso total y contiene principalmente grasas y proteínas. El contenido de calorías del huevo es del orden de 150 por cada 100 gramos de porción comestible.

Las mejores proteínas

Sus proteínas son utilizados como patrón de referencia para determinar la calidad proteica de otros alimentos, dado que contienen en una proporción óptima todos los aminoácidos esenciales que nuestro organismo necesita. Aporta 13 gramos de proteínas por cada 100 gramos.

Grasa saludable

Su aporte de grasas se concentra en la yema. Predominan los ácidos grasos insaturados sobre los saturados. La yema contiene lecitina y otros fosfolípidos; grasas que contienen fósforo, con excelentes propiedades para la salud. El huevo es la mejor fuente dietética de colina, compuesto que participa en múltiples reacciones metabólicas, está presente en las membranas celulares y en un neurotransmisor denominado acetilcolina.

Fuente de vitaminas y minerales

Del huevo destacan las vitaminas liposolubles A, D, E y otras vitaminas hidrosolubles del grupo B (tiamina, riboflavina, B12). También están presentes minerales como hierro, fósforo, sodio, zinc y selenio.

Antioxidantes en cantidad

El huevo es fuente de vitamina E, selenio, zinc y carotenoides como la luteína y la zeaxantina. Los carotenoides contribuyen a reducir el riesgo de aparición o la progresión de cataratas. En cuanto a la luteína, ejerce acciones beneficiosas en la prevención de los trastornos cardiovasculares.

Mitos sobre el huevo

El huevo y el colesterol

Hasta hace muy poco tiempo, los médicos y nutriiconistas restringían el consumo de huevo a dos piezas por semana. Pero, en la actualidad eso ha cambiado debido a numerosos estudios relacionados con el huevo y su influencia en la colesterolemia. Lo que en realidad incide en cuanto a la dieta en la colesterolemia o niveles de colesterol en sangre es el balance entre las grasas insaturadas-saturadas y no tanto la ingesta de colesterol, tal y como se pensaba hace años. Incluso hay estudios recientes que ponen de manifiesto que la ingesta de un huevo al día no tiene ningún efecto sobre los niveles de colesterol en sangre, dentro de una dieta acorde a las necesidades individuales y confeccionada de manera equilibrada.

El huevo y el hígado

Se dice que el huevo es malo para el hígado, pero esto carece de todo rigor científico. Cuando alguien padece de piedras en la vesícula biliar o litiasis biliar su consumo está contraindicado, ya que puede conducir a un cólico. Pero en esta patología se habla de 'restricción de grasas en general', y no sólo de la procedente del huevo.

Consejos para su consumo

- Atención a la salmonelosis: El consumo de huevos contaminados puede producir salmonelosis que cursa con síntomas gastrointestinales, si bien puede evitarse siguiendo unas sencillas normas de manipulación y conservación higiénicas en casa.

- Alergia al huevo: El huevo es uno de los alimentos más alergénicos en niños. Una de las proteínas de la clara, la albúmina, es la que tiene mayor capacidad alergénica. Pero, la sensibilidad al huevo puede ser tanto a la clara como a la yema o a ambas. En caso de alergia hay que excluir totalmente de la dieta el huevo, sus derivados y los productos que contengan alguno de sus componentes.

El gran aliado de la cocina

Este alimento goza de gran aprecio por su valor gastronómico, rapidez y sencillez de preparación. Se presta muy bien a un sin fin de preparaciones culinarias: al agua con cáscara (pasados por agua, mollets, duros), escalfado, frito, a la plancha, cocido, en tortilla, revuelto. Solo o acompañado de todo tipo de alimentos, constituye una de las materias primas que más se emplea en repostería y la elaboración de salsas.

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