De las más de 10.000 variedades de algas que existen en el mundo, muchas de ellas son comestibles y cuentan con interesantes propiedades para la salud y para mantener la línea. En la cocina oriental, es un elemento más de la cocina pero en la cultura occidental no contamos con las algas con tanta facilidad.
Cierto es que cada vez existe un interés y una aceptación mayor hacia este ingrediente pero debemos tener cuidado, porque ni todas las algas son comestibles ni todas resultan igualmente beneficiosas para todo el mundo. Estos son algunas cuestiones a tener en cuenta en relación al consumo de este alimento capaz de aportar un toque distinto y original a tus platos:
En el mundo existen más de diez mil variedades de algas, que habitan principalmente en mares y océanos, muchas de ellas comestibles.
Suelen comercializarse secas y entre las más comunes se encuentran:
-El nori, es muy usado en Japón para envolver el sushi.
-Kombu y wakame son dos tipos de algas también utilizadas frecuentemente en la cocina oriental para ensalzar el sabor de guisos y sopas.
-Las algas verdes, como la "lechuga de mar" y la hierba marina (que se dan en las costas de Gran Bretaña, Irlanda y Escandinavia) pueden comerse crudas en ensalada o cocinarse en forma de sopa.
-Otras algas comestibles son el hijiki, wrack, dulse.
Son una excelente fuente de fibra, contribuyen a aumentar la sensación de saciedad, tienen efectos beneficiosos para el sistema digestivo.
Es buena fuente de minerales. El calcio y el hierro tienden a acumularse en mayores niveles en las algas que en las plantas terrestres. Así por ejemplo, una porción de 8 gramos de alga kombu seca proporciona más calcio que una taza de leche y una porción de alga dulse contiene más hierro que un filete de ternera de 100 gramos.
Algunas variedades son ricas en proteínas y contienen cantidades muy pequeñas de grasa por lo que resulta un complemento muy útil para una dieta hipocalórica.
Las algas comestibles pueden consumirse sin peligro, aunque hay que tener cuidado con algunas variedades cuyos niveles de sal, yodo o metales pesados pueden ser perjudiciales.
Además del sushi, las algas cuentan con muchas posibilidades culinarias. Puede probarlas sobre arroz, papas asadas y ensaladas o añadidas a sopas, caldos y guisos.
Las algas: Un toque diferente en la dieta
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