La enfermedad del beso

La enfermedad del beso

La mononucleosis infecciosa o enfermedad del beso es poco conocida pero muy difundida. Se trata de una enfermedad infecciosa aguda, exclusiva del ser humano y producida por el virus de Epstein-Barr.

La mononucleosis infecciosa o enfermedad del beso es poco conocida pero muy difundida. Se trata de una enfermedad infecciosa aguda, exclusiva del ser humano y producida por el virus de Epstein-Barr. Al principio puede pasar inadvertida y cuando aparecen los primeros síntomas, como dolor de cabeza, cansancio y fiebre, resultan confundibles con los de otras enfermedades. Afecta sobre todo a adolescentes y a adultos jóvenes. En niños, se trata de procesos asintomáticos que les confiere inmunidad frente a posteriores reinfecciones.

Transmisión y síntomas

La única fuente de transmisión es el ser humano, fundamentalmente por la saliva, de ahí que el beso en la boca constituye la forma más común de transmisión. Afecta principalmente a jóvenes entre 15 y 25 años y raramente a adultos mayores de 35 años.

El virus que lo provoca pertenece a la familia de los herpesvirus y una vez infectada la persona se adhiere a sus linfocitos B y penetra en ellos. Tras un periodo de incubación de entre 30 y 50 días aparecen síntomas inespecíficos y comunes a muchos procesos febriles: dolor de cabeza, cansancio y fiebre. A los pocos días asoma la tríada característica de la enfermedad: fiebre, inflamación de la faringe y de las amígdalas y adenopatías. La fiebre es elevada y aparece mayoritariamente al atardecer. Puede prolongarse durante días. En la mitad de los infectados puede aparecer, asimismo, una secreción purulenta. Las adenopatías son ganglios que se inflaman y abultan. Suelen verse afectados los del cuello y los de detrás de las orejas.

Otros signos característicos de la enfermedad: fatiga, aumento del tamaño del bazo, aumento del tamaño del hígado, hinchazón de los párpados y exantema (sarpullido por todo el cuerpo).

Las complicaciones

Se cura como máximo en dos meses si no surgen complicaciones. La mononucleosis es, por lo general, benigna y en 3-4 semanas el paciente se recupera, aunque pueden persistir el cansancio y los ganglios inflamados. El diagnóstico de la enfermedad se basa fundamentalmente en los síntomas característicos y en las pruebas de laboratorio, en especial las serológicas, ya que se forman anticuerpos durante la enfermedad.

Las complicaciones que pueden aparecer son múltiples, pero muy poco frecuentes:

- Neurológicas: Excepcionalmente, meningitis, encefalitis, parálisis facial.

- Rotura del bazo: Es poco frecuente pero grave.

- Alteraciones hepáticas: Casi nunca producen problemas serios. La ictericia es poco habitual.

- Anemia hemolítica: En el 2% de los casos, se acompaña también de descenso de plaquetas.

Tratamiento

No tiene tratamiento específico, sino sintomático, que consiste en reposar en cama durante el periodo febril y tomar analgésicos. Sólo en casos de complicaciones severas hay que optar por los corticoides. Los antibióticos sólo están indicados cuando hay sobreinfección añadida, y nunca deben utilizarse ni la ampicilina ni la amoxilina, dos antibióticos de amplio uso.

La mejor prevención es evitar el beso cuando se está infectado. El problema radica en que, al tratarse de una enfermedad que inicialmente puede pasar desapercibida, el diagnóstico de la infección se realiza cuando la sintomatología es evidente y se ha podido producir algún contagio.

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