Cómo prevenir los calambres

Cómo prevenir los calambres

Los calambres son contracciones musculares repentinas y muy dolorosas. Los calambres tienen solución: Es posible detener lo que ya han comenzado y a la vez prevenir los que podrían aparecer en el futuro.

Causas más frecuentes

Repetición de un mismo movimiento: Es la razón más frecuente de la aparición de calambres es la repetición de un mismo movimiento, como el simple hecho de escribir en la misma posición por largo tiempo. Sucede que los músculos que continuamente están relajándose y contrayéndose, quedan trabados en una contracción durante el movimiento reiterativo.

Existen además otras cuatro causas que aumentan el riesgo la de padecer calambres:

- El calor ambiente.
- El sudor o transpiración abundante.
- Posturas incomodas prolongadas.
- Deshidratación: La deshidratación predispone al músculo a contracturarse.

Cómo detener un calambre

- Ejercicio de estiramiento: En la mayoría de los calambres el músculo se ha contracturado, por lo que es necesario estirarlo suavemente llevándolo dentro y fuera de la estiramiento. Sienta la dirección de empuje del calambre y estire el músculo en sentido contrario.

- Ejercicio rápido contra la pared: Otra opción es, en el momento del calambre, acercarse a una pared a distancia de un metro aproximadamente con los pies firmes y las piernas derechas. Recargarse hacia la pared apoyando las manos y conservar esta posición durante diez segundos. Repetir dos series de cinco.

Consejos para prevenir los calambres

- Incorporar minerales: Los bajos niveles de sodio o potasio se relacionan con la aparición de calambres, pues estas sustancias intervienen en la relajación y contracción muscular. En ocasiones los calambres frecuentes son la manifestación de un desequilibrio en el aporte minerales de quien los padece.

- Evitar la ropa ajustada: Medias, zapatos, cinturones al usarse excesivamente ajustados, contribuyen a que el flujo sanguíneo sea lento y posibilite la aparición de calambres.

- Postura y temperatura en la cama: Dormir con las piernas flexionadas es una invitación para los calambres. Procure dormir boca abajo y con las piernas extendidas. Si es inevitable dormir de costado, hacerlo con las rodillas flexionadas hacia arriba y con una almohada entre las piernas. La temperatura es importante en épocas de mucho frío por lo que es conveniente mantener los pies y las piernas con una buena temperatura para evitar calambres y contracturas.

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