Hanga Roa, un pintoresco pueblo costero, es la capital de Isla de Pascua, o Rapa Nui en lengua local, y donde viven la mayoría de los 3.000 habitantes de la isla. Encontrarás todos los servicios turísticos, unaa deliciosa gastronomía y mucho entretenimiento. Es un lugar apacible, que te cautivará. Visita la caleta de pescadores y acércate a los isleños porque les gusta mucho relacionarse.
Visita el museo Antropológico y date un paseo por la Feria Municipal, donde encontrarás artesanía. El Ahu de Tahai es el mejor lugar del pueblo para ver la puesta de sol.
Isla de Pascua tiene una costa excelente, gente agradable y mucha tranquilidad. Ofrece atractivas tradiciones, pocos turistas y expresiones megalíticas muy originales.
Hanga Roa
La salida del sol es un momento mágico y nada mejor que presenciarlo cuando sale del mar tras la silueta de un grupo de moais. Y qué mejor si se trata del Ahu Tongariki, el más grande e impresionante de la isla, situado en su extremo oriente. Está formado por quince estatuas que se yerguen majestuosas frente al mar y el volcán Maunga Pu A Kaitiki. Como todos los moais de la isla, fueron levantados recientemente.
Puedes seguir tu visita por la cantera del volcán Rano Raraku. Sobre la ladera sur verás esparcidos más de cien moais ya terminados que quedaron abandonados a medio camino de su destino final. Podrás descubrir los secretos del arduo trabajo de escultura de la toba volcánica. Descubrirás docenas de estatuas aún adheridas a la roca madre, a veces camufladas entre la vegetación. Disfruta de la majestuosidad del moai más grande de la cantera, de 21 metros, y del llamado Tukuturi, de aspecto muy distinto a cualquier otro de la isla. De un total de casi 900 moais existentes en la isla, unos 500 están la cantera y las laderas del volcán.
La tradición de los Moais
Los moais son la expresión cultural más sobresaliente de la isla de Pascua, motivo de visita para unos 20.000 turistas al año y objeto de estudio. Los primeros habitantes de Rapa Nui ya construían moais para inmortalizar a sus ancestros. De los casi 900 moais de Rapa Nui, sólo un tercio terminó siendo erigido, mientras que la mitad de ellos quedó a medio construir en la cantera del extinto volcán Rano Raraku. La tradición oral sostiene de que los moai caminaban conducidos por la fuerza del mana, poder mental proyectado por los sacerdotes y hechiceros y así los llevaban hasta la costa.
La aldea Orongo
El volcán Rano Kau y la aldea ceremonial de Orongo representan uno de los paseos más hermosos y educativos que ofrece la isla. La aldea, pertrechada en la empinada ladera que hay frente al mar, goza de una vista espectacular sobre el océano y los motu, tres islotes de origen volcánico.
Durante los siglos XVIII y XIX, cuando la manutara solía anidar en ellas, una especie de gaviota, en Orongo se celebraba cada año una encarnizada competencia entre clanes por hacerse con el primer huevo de la temporada. Los amantes del submarinismo concurren mucho a la isla, pues en su entorno se halla el coral más rico de la zona.
También podrás ver las "hare paenga", casas tradicionales construidas de piedra en forma de bote con sólo una pequeña ventana.
Paseo por el norte
Un paseo por el norte de la isla comienza con la visita a Puna Pau, un pequeño cráter extinguido de escoria roja, materia prima de los sombreros que adornan algunos de los moais de menos antigüedad en la isla. Puedes subir al cráter del volcán Terevaka, que con sus 530 metros representa el punto más alto de Rapa Nui. Probablemente, cuando observaban el universo desde este punto, distante 2.000 km de la tierra más próxima, los primeros habitantes de la isla encontraron inspiración para bautizarla como Te Pito o Te Henua, "El Ombligo del Mundo". Desde el Terevaka puedes descender hasta el Ahu Akivi, singular por ser el único lugar en que los moais se encuentran orientados hacia el mar.
Para volver a Hanga Roa puedes alcanzar la costa norte y luego dirigirte al oeste pasando por Ana Te Pau, "Cueva de los Plátanos", y Ana Kakenga, o "Cueva de las dos Ventanas", donde podrás adentrarte para observar el mar desde dos orificios horadados en un precipicio.
Las playas
En la playa de Anakena podrás disfrutar de una arena blanquísima y sumergirte en las aguas turquesas del Pacífico. Aquí mismo podrás inspeccionar el Ahu Nau Nau, reconstruido en 1.979, y el Ahu Ature Huki. Una excelente excursión desde Anakena es la caminata que te lleva en 45 minutos hasta la menos visitada playa de Ovahe.
Cómo moverse
En la isla, ante la falta de transporte público, puedes alquilar un automóvil o motocicleta para visitar los sitios de interés. Otra alternativa es contratar un tour con un operador local que incluya el servicio de un guía calificado.
Qué comer
La cocina chilena gira en torno a la carne de vacuno, pollo, pescado y mariscos. Entre sus especialidades se cuentan la parrillada, las empanadas, el salmón, la trucha y marisco. Los vinos chilenos son una excelente alternativa, tanto los blancos Chardonnay y Sauvignon Blanc, como los tintos Carmenere, Merlot y Cabernert Sauvignon. En Isla de Pascua la especialidad es el pescado, especialmente el atún.
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