La mayoría de los que visitan esta ciudad lo hacen como parte de un recorrido por otras ciudades europeas. Pero, a pesar de sus pequeñas dimensiones, Luxemburgo tiene muchísimas cosas interesantes para ofrecernos. El palacio Ducal es el símbolo de la ciudad y sólo se puede visitar su interior durante los meses de julio y agosto, en los que la Oficina de Turismo organiza recorridos con cita previa. Este es un dato muy importante a tener en cuenta para cuando organices tu viaje.
Casi todas las calles son peatonales, están muy animadas y se puede escuchar música en la Plaza de Armas tres veces por día. Llena de mercados donde poder mirar y comprar cosas interesantes y novedosas. Son los fines de semana.
El centro histórico
El circuito Wenzel es una de las mejores maneras de recorrer la ciudad. Una ruta a pie que conecta las partes alta y baja de la ciudad. Pasa por el promontorio Bock, donde se creó la primera fortificación que dio origen a la ciudad y que la convirtió en una de las más infranqueables de Europa. Ofrece unas vistas inmejorables desde La Corniche, asomada al frondoso valle del río Alzette. Excavadas en la roca, se pueden ver las entradas a las casamatas, una red subterránea, parte del antiguo sistema defensivo. Puedes hacer el recorrido Wenzel solo o en una de las visitas guiadas.
El barrio de Kirchberg
A medio kilómetro del centro, el barrio de Kirchberg cambia completamente su aspecto, avenidas de arquitectura moderna, esculturas abstractas, parques y plazas.
Se ha aplicado un nuevo concepto de espacio público, ecológico y estético. Se concentran oficinas, bancos e instituciones europeas. La Filarmónica y el Mudam o Museo de Arte Moderno son una novedad. Este último fue diseñado por Leoh Ming Pei. Frente al museo se encuentra una torre rehabilitada que fue parte de la muralla, y donde se inaugurará el museo de la fortaleza.
De la ciudad a la montaña
Al ser una ciudad tan pequeña, en muy poco tiempo puedes cambiar de paisaje: de la ciudad a la nmontaña en menos de una hora. Al salir de ella, los bosques lo abarcan todo y los pueblos son muy campestres.
A 35 km hacia el norte, se encuentra Echternach, un villa de ambiente medieval, próxima a la frontera con Alemania. Es famosa por su abadía benedictina y las peregrinaciones masivas a su Basílica durante Pentecostés. Es una zona llena de ríos, caminos para bicicleta o a pie, viejos molinos y un lago artificial, en el que se practica kayak y pesca.
Hacia las Ardenas, las montañas más altas del país, al norte, se encuentra Vianden, una de las villas más coloridas, a los pies de un fantástico castillo medieval. Toda la actividad del pueblo amurallado se extiende a lo largo de la Grand Rue, con hoteles, cervecerías junto al río y la casa donde vivió Victor Hugo durante su exilio, en 1871 y que ahora es un museo literario.
No desaproveches la oportunidad para adquirir los estupendos embutidos, jamones y pollos que venden. Los productos de caza son una maravilla.
Valle del Mosela
El paisaje cambia por completo si vas hacia el valle del río Mosela, frontera natural con Alemania, al este. El cauce del río atraviesa colinas, viñedos y bodegas donde se elabora el famoso vino "riesling". Puedes recorrerlo en barca y disfrutarás viendo cómo la gente se baña y toma el sol. El crucero llega hasta el pueblo de Schengen. Antes de partir, en Grevenmarcher visita la bodega Bernard-Massard, una de las mayor productora de espumosos y que cuenta con un museo.
El Grund: El barrio de moda
En la parte baja de la ciudad, el Grund, es donde en contrarás el ambiente más cultural. Fue un barrio obrero y humilde pero se ha convertido en el eje de la modernidad y el estilo contemporáneo. Por sus calles se mezclan desde antiguos locales de madera, como el Café des Artistes hasta restaurantes de primera calidad.
Está hundido en el valle del Alzette y repleto de árboles y vegetación. El centro Neumünster es un espacio cultural muy interesante donde puedes tomar un brunch al ritmo del jazz...
Cómo llegar
Desde junio de 2007 el tren de alta velocidad llegará desde París en 2 horas y media. Desde el aeropuerto, hay 10 km al centro de la ciudad. El Eurobus, enlaza con la estación Central. Si prefieres, puedes alquilar un coche en el mismo aeropuerto. La bicicleta es ideal tanto para las ciudades como para los alrededores.
Compras
Luxemburgo es un destino caro. Las tiendas, además del domingo, cierran los lunes por la mañana, los hoteles son más caros los días de semana y el miércoles es uno de los días de más animación nocturna.
En el centro histórico, alrededor de la plaza de las Armas se extiende la zona comercial más cara de la ciudad. No dejes de pasarte por Oberweis y prueba sus chocolates. También visita Corniche Bijoux, con originales trabajos en plata y bisutería.
Comer
Si quieres probar algo luxemburgués, en la pastelería Oberweis puedes tomar platos ligeros, fríos o calientes. Hay muchos restaurantes y casi todos con estrellas Michelín.
Consejos y más información
Una buena opción para moverte y visitar el país es la Luxembourg Card, que puedes adquirir para uno o varios días, en las oficinas de turismo. Además de las entradas para casi todos los museos y castillos del Gran Ducado, permite usar el transporte público. Funciona desde Pascua a finales de octubre.
www.luxembourgcard.lu
Oficina de Turismo de la Ciudad Plaza de las Armas. 22 28 09. www.lcto.lu
Oficina Nacional de Turismo www.ont.lu