Huevos de Pascua

¿Quién no se ha comido o se va a comer un huevo de Pascua para estas fechas? Cristianos y no cristianos saborean uno de los dulces más antiguos de la historia. Conoce sus orígenes y prepárate para disfrutar del chocolate.

Para los cristianos, el domingo de Pascua es una fiesta de alegría y júbilo. Existe la costumbre de comer pescado ese día al que se le une el Huevo de Pascua, signo de la Resurrección, desde que los antiguos cristianos lo consideraron como símbolo de la Resurrrección.

En la Edad Media, para Pascuas, los huevos se pintaban de colores y estos huevos ornados eran los regalos más preciados. Hasta el punto que el Papa Pablo V, en el siglo V, lo bendijo, como forma de olvidar la prohibición que existía de comer huevo durante la Cuaresma. La Pascua suponía el levantamiento de dicha prohibición, es por eso que se obsequiaban entre familiares y amigos. era toda una fiesta porque los huevos eran muy difíciles de conservar y se cubrían con cera para que duraran más frescos, por eso se aprovechaba para pintarlos.

Pasado el tiempo, la prohibición desapareció pero se mantuvo la costumbre de celebrar la Pascua comiendo huevos y obsequiándolos en esa fecha. Esta costumbre perdura hasta nuestros días, especialmente en los países del Este y Europa Central.

La Pascua en cada país

En los países anglosajones, al Domingo de pascua se le llama "Easter Sunday" porque, según la tradición teutona, Eastre era la diosa de la primavera y las pascuas son en esta estación en el hemisferio norte. De allí derivó el nombre de Easter. En muchos países se mantiene la tradición de eesconder huevos de colores en los jardines para la alegría de los niños que los buscan y los encuentran. En los jardines de la Casa Blanca, el día de Pascua se desarrolla una carrera de niños que hacen rodar los huevos. Gana quien llegue más lejos sin romperlos. En Grecia todavía se siguen intercambiando huevos carmesí para recordar la sangre de Cristo. Los armenios los vacían y los decoran con imágenes de Cristo y de la Virgen. Y en Polonía y Ucrania, para Pascua, hacen verdaderas obras de arte con cera hundida sobre su cáscara, lo mismo en Alemania.

Hay huevos famosos, unos por su gran tamaño, otros por su originalidad. Como el que le obsequió Luis XV a Madame Du Barry que estaba recubierto de oro. Un caballero de la corte exclamó: "¡Si lo comes pasado por agua, yo guardaré la cáscara!". El rey también obsequiaba entre sus cortesanos huevos pintados o grabados. Watteau, Lancret y Boucher llegaron a realizar en ellos verdaderas obras de arte. En el museo Lambinet, en Versailles, se encuentran dos huevos que se consideran una maravilla y que fueron regalados el día de Pascua a Madame Victoria, tía de Luis XVI.

La Semana Santa

Todo comienza en Semana Santa y culmina con el domingo de Pascua, que se presenta como una de las más importantes fiestas religiosas. Más allá de los días no laborables, los chocolates, los conejos y las roscas, la Pascua es la celebración cristiana más importante de todo el año litúrgico y de la religión misma. También es muy importante para los judíos también, ya que Pascua es una deformación de la palabra Pesaj, que significa “pasaje” o “salida” en hebreo.

La Semana Santa comienza con el Domingo de Ramos, una de las conmemoraciones más importantes para la cristiandad. Muchos fieles van a misa con ramos de olivo -símbolo del recibimiento de Cristo en Jerusalén- para que sean bendecidos. En esta semana se recuerda la pasión, muerte y resurrección de Jesús. Con el domingo de Ramos se evocó la entrada de Cristo en Jerusalén. Según la fe católica, el pueblo judío le dio la bienvenida agitando ramos de olivo. A partir del Jueves Santo -día que se conmemora la Última Cena- la liturgia religiosa adquiere mayor importancia.

El Viernes Santo se evoca el tormento de Cristo en su marcha hacia el Calvario y el domingo, con la Pascua de Resurrección, se festejará el paso de la muerte a la vida del hijo de Dios. La Pascua constituye el fundamento sobre el cual se asienta y gira toda la vida del cristianismo. Es festejada por fieles en todo el mundo y el Papa da la bendición en una misa urbi et orbi desde la Basílica de San Pedro.

Los huevos de Pascua de chocolate

{mosimage}Las tradiciones han ido variando con el paso de los siglos hasta llegar a convertirse, para la gran mayoría de la gente, en una semana donde no se trabaja y se comen los famosos huevos de Pascua. De hecho, el domingo Santo es uno de los dos días del año en el que se consume más chocolate.

Desde los comienzos de la humanidad, el huevo fue sinónimo de fertilidad, esperanza y renacimiento. El huevo adquirió importancia dentro de la mitología egipcia cuando el Ave Fénix se quemó en su nido y volvió a renacer más tarde a partir del huevo que lo había creado en un principio. También los hindúes sostenían que el mundo había nacido de un huevo.

En la Antigüedad, los huevos de pascua eran de gallina y de pato, y en la Edad Media les eran regalados a los niños durante las celebraciones. Al tiempo, los cristianos comenzaron a obsequiarse huevos durante la Semana Santa con regalos y a principios del siglo XIX, en Alemania, Italia y Francia, aparecieron los primeros huevos hechos con chocolate con pequeños regalos adentro.

Las diversas culturas han ido decorando de manera diferente los huevos. En sus comienzos, eran pintados a mano con colores llamativos que representaban la luz del sol. Los huevos se hacían uno a uno con un molde prefabricado, lo que dificultaba mucho su elaboración masiva. Los colores fuertes fueron desapareciendo con las grandes producciones de huevos, por los años 20 y 30 del siglo XX y se transformó en chocolate.

Un elemento infalible en la Pascua es el tradicional huevo de chocolate, relleno con confites y algunas sorpresas que generalmente es un juguete, sin embargo no siempre los huevos fueron de chocolate, ni siquiera tuvieron confites o sorpresas.

En algunos países europeos, los huevos se decoran el jueves Santo y se rompen el domingo. La cáscara representa la tumba en la que Jesús estuvo sepultado y es por eso que el huevo se quiebra el domingo de Pascua, pues Cristo resucitó y salió de su sepulcro.

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