La corbata es uno de los elementos imprescindibles en el armario de cualquier caballero. Lo mejor es tener un buen surtido de corbatas para todas las ocasiones. Todo hombre con una mínima vida social necesita de este importante accesorio. Si el 'traje y corbata' forma parte de su ropa de trabajo, con más razón necesita tener varias y de buen gusto y calidad.
El origen de la corbata se remonta al año 1.660, en el enfrentamiento entre croatas y turcos. El regimiento croata, que formaba parte del imperio austro-húngaro, se presentó triunfante en París ante Luis XIV, con unos pañuelos atados al cuello. Tal vez lo hicieran teniendo en cuenta su afición por los pañuelos y el buen vestir.
Estos pañuelos de colores parece que provienen de los oradores romanos que se los ponían en el cuello para calentar y cuidar sus cuerdas vocales. A Luis XIV le gustaron mucho, tanto que diseñó para el regimiento real un pañuelo con la insignia real y al que denominó Cravette, proveniente del vocablo crabete que significa croata. Al regimiento se le conoció como el Royal Cravette.
El uso de este accesorio comenzó a extenderse y llegó hasta Inglaterra. Se utilizaban toda clase de tejidos y colores, sin una forma determinada y hasta con adornos como borlas. Recién a principios del siglo XX Europa comienza a fabricarlas ya que, hasta entonces, eran un producto de importación. La corbata pasó a ser un signo distintivo entre las clases más acomodadas de la época.
Siempre se ha destacado el valor estético y la importancia para resaltar la camisa y la verticalidad del cuerpo. La corbata y la camisa comienzan su evolución de forma conjunta para lograr su mejor armonía. Las corbatas originales, se hacían más largas y más anchas porque eran más parecidas a los pañuelos.
Un detalle que caracteriza a las corbatas de la actualidad es que sus extremos son diferentes. El que se deja ver en la parte delantera, es ancho mientras que, el que queda oculto por detrás es mucho más fino. También las hay con los extremos iguales pero son de tejido de punto y siempre se utilizan para un look más informal, al igual que las de seda más delgadas, muy juveniles y de un slim fit style.
La personalidad, el carácter y el ánimo del hombre que la lleva puede verse reflejada en la corbata, teniendo en cuenta los colores, tejidos y estampados utilizados.
Las famosas corbatas de Hermés han conservado su diseño, colores sobrios y medidas durante décadas, las prestigiosas corbatas de Brioni han variado su ancho e incluyen colores llamativos. Algunas son consideradas de colección, como objetos de arte.
Una corbata no se lava pero puede limpiarse a seco. Se guarda colgada, sin encimar y con el nudo deshecho. A la hora de viajar siempre debe ponerse una en la maleta. Y no olviden que una buena corbata puede abrir muchas puertas y una mala elección cerrarlas de un portazo...
La corbata
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