El vino de calidad es el mejor acompañamiento para una deliciosa comida y una manera de agasajar a nuestros invitados. Lo que debes saber a la hora de elegir y de servir un vino en tu mesa.
Un buen vino es el compañero perfecto y necesario de una buena comida, por tanto, no debemos escatimar a la hora de elegir el vino que se va a servir en la mesa, siempre dentro de lo que nuestro bolsillo nos permita, no hay necesidad de gastar en una cosecha super cara que nos endeudará habiendo buenos vinos un poco más accesibles.
La buena educación exige tener unos conocimientos mínimos de vino, pero si no sabes nada, al menos, debes conocer unas normas mínimas:
- El vino debe ser catado por el anfitrión, aunque éste puede ofrecer dicho honor a un invitado que sea entendido.
- Catar el vino requiere cierta ceremonia: mover la copa y elevarla para apreciar el color, acercarla a la nariz para disfrutar su aroma y beber un ligero sorbo para disfrutar su sabor. Hacer todo esto naturalmente, sin aparatosidad.
- El invitado que cata el vino sólo en casos extremos podrá hacer, educadamente, una observación al anfitrión. Pero sería muy raro que el vino esté en malas condiciones.
- El anfitrión es quien debe servir el vino.
- El vino se sirve con la mano derecha.
- Si un mozo o camarero sirve el vino lo hará por la derecha del comensal.
- Al servir el vino no se apoya la botella sobre el borde de la copa.
- La copa se llena hasta la mitad aproximadamente. La mitad libre de la copa permitirá que se concentren los aromas y poder disfrutarlos con el olfato.
- La botella se puede dejar en la mesa, aunque es mejor colocarla en una pequeña mesa auxiliar. Los vinos que se sirven frío se mantendrán en un recipiente con hielo, pero a la hora de servirlos ni se te ocurra envolver la botella con una servilleta, tampoco es que esté a -50º C como para no poder tocar la botella.
- Antes y después de beber, hay que limpiarse los labios con la servilleta.
- Cada comida exige un vino determinado que habrá que conocer. Los vinos se sirven siguiendo un orden: El blanco y el rosado se sirven antes que el tinto.
- Los vinos hay que servirlos a determinadas temperaturas: El blanco y el rosado se sirven fríos, a unos 10ºC, el jerez, la manzanilla, y el champagne también fríos (5º- 10ºC). El tinto a temperatura ambiente, unos 20ºC.
- Si alguien no quiere beber vino, se le ofrecerá agua pero nunca una bebida gaseosa.
Cómo elegir y servir un vino
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