Dar propina es un acto de cortesía, como agradecimiento por la atención recibida. La propina debe ser un acto discrecional, con el que se premia la calidad del servicio recibido.
Su cuantía debe ser del importe apropiado, según los usos del lugar:
Ni muy reducida que molestemos al que la recibe, ni muy elevada que salga todo el personal para ver al dadivoso. En cualquier caso, si hubiera duda, más vale pasarse que quedarse corto.
Está muy extendida en los restaurantes la costumbre de dejar como propina un 10% del importe de la cuenta.
Dar una propina no puede ser la ocasión de deshacerse de todas las monedas. Hay que tratar de darla en la moneda más cómoda para el que la recibe.
¿A quién hay que dar propina?
Camareros o mozosTaxistas
Mensajeros
Repartidores de pizza
Acomodadores de cine
Mozos de hoteles
Peluqueros
Cuando se viaja al extranjero hay que preocuparse por conocer cuales son las costumbres del lugar. En ciertos países la propina llegar a ser casi "obligatoria".
Sea precavido y lleve el importe de la propina preparado cuando prevea que la ocasión se puede presentar.
La excusa "Disculpe, pero no llevo nada, la próxima vez...", una excusa que denota falta de previsión.