Los críticos son temidos en casi todos los ámbitos pero ahora no se escapan ni siquiera los perfumes porque Chandler Burr hace sus críticas en la columna de The New York Times. Estos expertos cuyos artículos, que hunden o alaban por igual, leemos en los periódicos.
Chandler Burr es uno de esos cr´ticos pero es verdaderamente único en lo que hace. En su columna semanal, "Scent notes" en The New York Times, el periódico estadounidense, es donde Burr aplica su ojo crítico sobre las fragancias.
Su aportación al apasionante mundo del perfume reside en el intenso y arduo trabajo que realiza en cuanto a ciencia, negocios y aromas. Burr logra descifrar los matices del olfato, el sentido que ha desconcertado a la humanidad durante siglos.
"Un buen perfume no es aquel que desaparece en una hora, es aquel que trabaja durante el día entero y no sólo los 10 primeros minutos, aquel que comienza en un campo de rosas cerca del mar y acaba en un laboratorio", escribe Burr.
Seguidor de Luca Turin, autor de la teoría que afirma que el olor de las sustancias está basado en las frecuencias de la vibración de sus moléculas, al ser contratado por el diario, dejó sus estudios de economía internacional en la Universidad de Tokio y en la John Hopkins, de política en París y su perfeccionamiento en historia china en Pekín.
En su último libro "El aroma perfecto: Un año en la industria del perfume de París y Nueva York", cuenta que para crear la fragancia de Sarah Jessica Parker "Lovely", la actriz permaneció mucho tiempo rodeada de productos de belleza de la industria Coty intentando crear un perfume que no sólo capturara su propia esencia sino que también fuera innovador y permaneciera en este mercado que mueve miles de millones de dólares al año.