No a todas las mujeres nos quedan bien los mismos tonos en el pelo. La norma fundamental a seguir está en el color de nuestra piel, que nunca debe ser igual que el de nuestro cabello.
Rubias
Por regla general, a las mujeres de piel clara es a las que mejor les va el rubio. La clave está en que el color te siente bien, que ilumine tu cara. Para que un rubio quede bien hay que contar con la base natural del cabello. El cabello negro, por ejemplo, no es apto para el rubio por la cantidad de melanina que tiene. Además, cuanta más oscura sea la base, antes se verán las raíces.
El color debe dar luz a la cara, hacer que se vea radiante, así que una buena opción es decidirse por unos reflejos.
Morenas
Si tienes el cabello moreno natural, probablemente tu piel estará entre la gama del beige claro hasta un oliva. Para estos tipos de piel los tonos caoba son perfectos para dar luz al rostro, con mechas o reflejos.
El negro es perfecto para las jovencitas, pero a las mujeres de más de 30 años les endurece las facciones y puede avejentarlas. Debes tener en cuenta si eres morena y quieres teñirte de rubio, que conseguirás un efecto más natural cuanto más oscuro sea el tono que elijas; o sea, nada de rubias platino, más bien elige los tonos dorados, incluso el castaño claro dorado es un color muy interesante y sentador.
Pelirrojas
El pelo rojizo es una gran arma de seducción. Sin embargo, es especialmente sensible a la polución, el estrés, etc, apagando su brillo y color natural. Lo mejor para estos cabellos es teñirlos de un color lo más parecido a su tono original, para volver a darle vida. No se recomienda un cambio radical de color sino matizar su tono y avivar su color.
Los colores ceniza apagan completamente el rostro de las pelirrojas, y otros tonos pueden parecer muy artificiales si se comparan con el color de cejas y pestañas.