A lo largo de tu carrera, probablemente terminarás trabajando con todo tipo de personas, algunas a las que amas, algunas sin las que podría vivir, otras de las que aprende. Pero el peor tipo de personas con las que trabajar son aquellas que son tóxicas.
Trabajar con una persona tóxica genera todo tipo de problemas. Llegan con drama y demandas y (eventualmente) te dejan en su nube de negatividad, sintiéndote exhausto y desconfiado. Pero lo peor de las personas tóxicas es el estrés que crean para todos los que les rodean.
Sabemos que el estrés puede tener un impacto negativo duradero tanto física como mentalmente. Eso hace que sea importante saber cómo manejar a las personas tóxicas para minimizar su propia participación y peligro.
Manejar a una persona tóxica es un proceso y lleva tiempo. Habrá días buenos y días malos, y deberá recurrir a toda su inteligencia e inteligencia emocional.
Aquí hay algunos consejos:
Crea límites claros. Cuando esté hablando con una persona tóxica, establezca un límite, asegurándose de hacerlo de manera proactiva y deliberada. Si dejas que las cosas sucedan de forma natural, es probable que te encuentres constantemente enredado en conversaciones tóxicas. Si estableces límites y decides cuándo y dónde te relacionarás con una persona tóxica, mantendrás el control.
Cuando bajan, tú subes. Las personas tóxicas son conocidas por golpear por debajo del cinturón, por ser crueles y perturbadoras. Hagan lo que hagan, no cedas a la tentación de encontrarlos a su nivel.
Explora tus propias emociones. Aprende a escanear tus propias emociones. Si siente que se está enojando, y tarde o temprano es probable que lo haga, responda a sus propias emociones en lugar de a una fuerza externa. Una respuesta reflexiva es mucho mejor que una reacción instintiva. Cuando respondes, mantienes el control.
Sé un solucionador de problemas, no un contribuyente de problemas. Cuando te fijas en los problemas que enfrentas, creas y prolongas las emociones negativas y el estrés. Pero cuando te enfocas en acciones para mejorarte a ti mismo y a tus circunstancias, creas una sensación de ventaja personal que produce emociones positivas y reduce el estrés. Las personas tóxicas pueden mantener una fijación resuelta en sus propios problemas, pero realmente tienes una opción.
Revisa tu entorno. Cuando te encuentras cerca de alguien que está poniendo en peligro tu forma de pensar y tu estabilidad, es hora de reagruparte, y tal vez incluso de alejarte físicamente, para que puedas avanzar de la mejor manera. Sea siempre consciente de su entorno.
Cuando no puedes cambiar la situación, solo puedes cambiarte a ti mismo. Cuando sientes que estás atrapado en una situación tóxica o que las personas con las que trabajas son difíciles, es hora de recuperar el control. La situación puede ser mala, pero eso no significa que tengas que perder el control. Independientemente de tu situación, siempre puedes tener el control de ti mismo.
Construye un sistema de apoyo. Es tentador pensar que puedes manejar a las personas tóxicas por tu cuenta, pero en verdad es importante diseñar tu propio sistema de apoyo para ganar perspectiva y darnos una idea cuando más la necesitamos. Un entrenador exitoso o un mentor calificado puede ver una solución que usted no puede, probablemente porque no están tan involucrados emocionalmente.
Lidera desde adentro. La única forma de manejar a una persona tóxica es ser inteligente acerca de cómo te acercas a ella.
Esta es la forma inteligente de manejar a las personas tóxicas
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