Toda persona sana debería tener un proceso de desintoxicación, sin esperar que el organismo nos lo recuerde mediante síntomas como cansancio, palidez, ojeras, congestión, irritabilidad, etc. Entre otras cosas también suele pasar que luego de dietas copiosas o abundantes y ricas en grasas, podemos manifestar: diarrea, gastritis, dolor abdominal o de cabeza.
Cuando nos encontramos bajo una fuerte presión externa, nuestro organismo genera un exceso de adrenalina, noradrenalina, cortisol y aldosterona, lo que ocasiona mayor ansiedad, insomnio, contracciones musculares, así como fatiga física y mental.
Desintoxicar el cuerpo es recomendado por lo menos una vez al mes o cada quince días. No es solo un momento para eliminar sustancias tóxicas que el cuerpo ha acumulado, sino también es un pequeño período, el cual se puede aprovechar para ofrecer al cuerpo sustancias nutritivas. La razón de esto es proveer nutrientes a los órganos encargados de desechar sustancias del cuerpo como lo son los intestinos, riñones, hígado y la piel.
Recomendaciones dietéticas para desintoxicar al cuerpo
Tomar bastante líquido. No solo para el proceso de desintoxicación, sino que debe ser un hábito que debemos mantener siempre, 8 vasos al día de líquidos es lo que el cuerpo necesita para funcionar óptimamente y eliminar las sustancias innecesarias.Incluir frutas y verduras frescas. Ofrecen gran cantidad de vitaminas y minerales esenciales para la salud, donde las vitaminas hidrosolubles como las B y C son ideales para éstos procesos.. Algunos de ellos son:
• Manzana: contiene pectina, el cual es un gran desintoxicante.
• Limón y jugo de frutas: altas en antioxidantes.
• Sandía: es un diurético natural.
• Jugos de zanahoria, apio, tomate, espinaca y remolacha pueden combinarse para obtener jugos deliciosos. Contienen múltiples vitaminas y minerales como Vitamina A, Complejo vitamínico B, Vitamina C, entre otros.
Consumir yogur light: excelente para el intestino y regeneración de la flora intestinal, es liviano y contiene probióticos.
Eliminar el consumo de azúcar y sal. Su exceso afecta al organismo que está en estrés y el período de desintoxicación es mejor si no se consumen. La retención de agua o edema persistente puede ser un indicador de enfermedades cardiovasculares, problemas de hígado, vejiga o riñón e inclusive puede derivarse de alguna alergia.
Consumir pocas harinas o cereales integrales. La fibra que estos contienen acelera el proceso digestivo. Modere las cantidades.
Evitar tomar estimulantes como el café, té o alcohol.
El hígado necesita ciertos alimentos para realizar adecuadamente su función de eliminación de sustancias tóxicas ingeridas con la alimentación, fármacos, alcohol, etc. Además, el aumento del flujo de la bilis es una parte importante en este proceso porque la bilis transporta las toxinas solubles en grasa almacenadas para que sean excretadas con las heces.
Entre los signos de un flujo biliar pobre, se encuentran el estreñimiento, flatulencia, piel y pelo seco, indigestión una o dos horas después de comer, indigestión después de comer alimentos grasos, y heces pequeñas y duras.
Los alimentos que ayudan a limpiar y desintoxicar el organismo son:
Alcachofas o alcauciles: Contienen unos compuestos que aumentan el flujo de bilis y ayudan a digerir las grasas.
Vitamina C: Es una vitamina hidrosoluble que ayuda en la detoxicación. La vitamina C es un antioxidante y ayuda también a reducir algunos de los efectos secundarios de la detoxicación, como dolores de cabeza y náuseas.
Multivitaminas: Elegir un suplemento multivitamínico que contenga selenio, molibdeno, y zinc.
Remolacha: Las remolachas contienen un alcaloide llamado betaina, que promueve la regeneración de las células del hígado y el flujo de la bilis. También tiene un efecto beneficioso en el metabolismo de las grasas.
Brócoli: El brócoli y otros miembros de la familia coles (col, coliflor, coles de Bruselas, col rizada) ayudan a las enzimas hepáticas en el proceso de detoxificación.
Cebolla y ajo: Ambos son ricos en compuestos de azufre, implicado en la sulfatación, que es el camino principal de detoxificación para los productos químicos ambientales y ciertos fármacos y aditivos alimenticios. Ayudan en la eliminación de metales pesados dañinos para el organismo.
Frutas y verduras: Proporcionan vitamina C y glutatión, que son esenciales para la detoxificación.
Proteínas: El hígado necesita proteínas para llevar a cabo la detoxificación. Habas, frutos secos, semillas, quinoa. Algunas personas pueden preferir comer pescado con moderación.
*Mariana Maestro es Licenciada en Nutrición por la Universidad Nacional de Salta.