Tony Stark se dedica a la venta de armas y lo tiene todo: dinero, poder, mujeres... Durante una demostración en Afganistán, un poderoso traficante lo captura. Gravemente herido, Stark se construye una armadura que le mantiene con vida y gracias a la cual escapa. Ya en USA, jura usar su nuevo traje para salvar a la gente. 
2008 USA
Dirección: Jon Favreau
Intérpretes: Gwyneth Paltrow, Jeff Bridges, Robert Downey Jr., Shaun Toub, Terrence Howard
Tony Stark (Robert Downey Jr.) se dedica a la venta de armas y lo tiene todo: dinero, poder, mujeres... Durante una demostración en Afganistán, un poderoso traficante lo captura. Gravemente herido (un fragmento de metralla está junto a su corazón), Stark se construye una armadura que le mantiene con vida y gracias a la cual escapa. Ya en USA, jura usar su nuevo traje para salvar a la gente.
A Tony Star le gusta beber, el sexo, ir de fiesta y conducir autos veloces. Y su álter ego, Iron Man, es bestia. Hay una manera de tratar eso sin que parezca que haces una película para niños. Simple y directo. El director de Iron Man, Jon Favreau, lo tiene muy claro. No en vano ha pasado dos años de su vida preparando esta película.
La idea del cómic se dibujó por primera vez en el cerebro de Stan Lee en 1963. Lee estaba ansioso de romper con los superhéroes tradicionales y buscaba algo un poco más retorcido que Peter Parker. La respuesta fue Tony Stark, un empresario multimillonario. El negocio de Stark era fabricar y vender armas al mejor postor. Creó a Iron Man en un momento de osadía. En los años 60 había una reacción muy fuerte contra la industria militar y armamentística, así que creó a la figura menos popular que se le ocurrió. Lee tuvo mucho éxito, y la historia de Stark, su conversión en un cruzado heroico que usa sus habilidades técnicas para salvar a aquellos a los que hirió, alzó el vuelo.