Museo del Bolso de Amsterdam

Este maravilloso museo nos invita a conocer la historia del bolso a través del tiempo. Nada más y nada menos que 3.500 bolsos desde la Edad Media hasta la actualidad.

Este maravilloso museo nos invita a conocer la historia del bolso a través del tiempo. Nada más y nada menos que 3.500 bolsos desde la Edad Media hasta la actualidad. Bolsos y carteras de diferente manufactura, diferentes materiales... pero todos nos dejarán boquiabiertos.

De cuero, de tela o de nácar, de las grandes marcas como Gucci, Vuitton, Chanel, al alcance de muy pocos o creados por desconocidos. Muy prácticos o simplemente un sueño de fantasía.

'La historia del bolso no se limita a contar la historia de un accesorio de moda. El bolso es también testigo de lo que la gente quería transportar y de como ha cambiado la sociedad y el rol de las mujeres en ella'; recalca la directora del museo, Sigrid Ivo, cuya madre, Hendrikje, una coleccionista apasionada, fundó el Tassenmuseum Hendrikje.

Durante 30 años, Hendrikje reunió una colección impresionante, accesible al público desde la apertura del museo, hace diez años.


Breve reseña sobre la historia del bolso

Desde la Edad Media hasta el siglo XVII, pequeños bolsos y bolsas eran llevados prendidos de la cintura, tanto por los hombres como por las mujeres, a fin de llevar consigo monedas o documentos. La más antigua pieza del museo es un bolso de hombre, de cuero de cabra, que tiene dieciocho bolsillos con cierre.

A fines del siglo XVII, las faldas con miriñaques y volantes bajo los que se ocultaban esas bolsas, fueron reemplazadas por los vestidos de estilo imperio, más ajustados al cuerpo. Nació entonces el bolso de mano.

El primer bolso que adquirió la fundadora fue una pieza de caparazón de tortuga incrustada de motivos florales de nácar, fabricada en Alemania hacia 1820. Muchos de los bolsos de época son muy pequeños, porque había 'mujeres que no tenían que transportar gran cosa': algunos útiles de costura, monedas, a veces una llave. El maquillaje, considerado algo vulgar durante mucho tiempo, sólo se convirtió recientemente en un accesorio que se lleva consigo.

A principios del siglo XIX, con la Revolución Industrial, el bolso vivió un gran auge. El avance tecnológico permitía la fabricación de nuevos tipos de bolsos y carteras, y la generalización de los viajes en tren aumentó enormemente la demanda. Los bolsos de cuero pasaron a ser particularmente apreciados por su solidez y las clases medias viajaban cada vez más.

En esta época también pasaron a ser populares los 'bolsos recuerdos'. Como ejemplo, el museo posee un bolso de perlas de 1838 en el que está representado el Sirius, el primer barco de vapor que atravesó el océano Atlántico. Un siglo después, una cartera en forma de barco fue comercializada en conmemoración del primer viaje del transatlántico francés Normandie.

En el siglo XX, la tranformación del bolso acompaña a la transformación del modo de vida de las mujeres: Portafolios de cuero para el trabajo, bolsos de estilo informal para el día y estuches brillantes para la vida nocturna. En los años 1950 se impusieron algunos modelos hoy clásicos, como el 2.55 de Chanel, el célebre bolso acolchado o el 'Kelly' de Hermès.

'En los últimos 20 años, las casas de moda utilizan los bolsos y perfumes para ganar dinero. Hoy, cada diseñador espera idear el bolso it de la temporada. Se habla sobre todo de la modelo o de la estrella que fue vista con ese bolso en el brazo', lamenta Sigrid Ivo, en cuyo museo prefieren poner de relieve los materiales novedosos y los creadores innovadores.

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