Rei Kawakubo estudió Filosofía y literatura en la Universidad de Keio, donde se graduó en 1964. Comenzó a trabajar como estilista en la compañía textil y química Ashai Kasei y luego se estableció como freelance. En 1973 decidió crear su primera línea de ropa. A inicios de los `80 decidió dar el salto a Occidente y se fue a París. Al final de la década, Comme des Garçons ya facturaba casi 100 millones de dólares y tenía más de 300 puntos de venta. Pero nunca dejó Tokio, es más nunca pasa más de seis días seguidos en París.
Rei Kawakubo defiende ardientemente la creatividad pero se niega a hablar sobre cómo funciona la suya. Aunque se conocen algunos detalles. Jamás toca una tijera, tiene ocho patronistas encargadas de entender y captar cuál es su idea que expresa con pocas palabras y moviendo sus manos. Ella defiende su silencio declarando a la revista i-D: "No necesitas hablar conmigo. Sólo tienes que mirar la ropa. Lo que quiero decir está ahí."
Ella acepta el sistema de la moda, lo entiende pero lucha contra él. No le gusta el gran sistema. No participa en esa industria que compra gente, diseñadores y luego los vende. Donde el dinero tiene todo el poder. En lo que respecta al pequeño sistema, a las rutinas, puede acepatr sus necesidades: por ejemplo, hacer dos desfiles al año en la semana de la moda. pero no en lo que respecta al grande, al que lava cerebros y pretende inculcar lo que es bueno y lo que es malo. El que, con la ayuda de emdios, dicta qué bolso debe usarse, y que compra y vende a las personas. Comme des Garçons no se basa en hacer dinero. La prioridad principal de la industria es generar beneficios. Para Comme, es la creatividad. Aunque, por supuesto, el interés secundario es hacer un buen negocio. En Comme des Garçons, todos los beneficios se invierten en la empresa porque enriquecerse no es un objetivo dado que la bonanza económica mata la creatividad y la libertad.
Además de la primera línea, hay camisetas, monederos y productos mucho más comerciales. También hay otras etiquetas. Al abrigo de Rei han crecido creadores como Junya Watanabe y Tao, que trabajan a sueldo para el grupo que ha creado sus marcas. No hay mucha gente que pueda usar su ropa así que hay que crear nuevas marcas. Su tienda Dover Street Market, en Londres, es un bazar de seis pisos en el que se puede conocer lo más vanguardista del mundo y del momento.
Rei Kawakubo propone un modelo de mujer que dista mucho de la visión de otros diseñadores. dice: "Muchas veces me han dicho que cuando la gente lleva mi ropa se siente opderosa y libre. No es esa mi intención ni mi objetivo cuando comienzo a diseñar una colección, pero es el resultado natural de luchar tanto en su creación. Eso implica, por tanto, un esfuerzo para llevarla. Y si al gente lo consigue, obtendrá una recompensa al final, se sentirá más fuerte. También hacemos ropa más convencional, pero las piezas del desfile requiren un esfuerzo para apreciarlas y para, finalmente, vestirlas. Pero espero que sirva de algo".
El punto de partida de su colección femenina para este otoño fue un escueto Persona. Un tema que le llevó a utilizar como material bruto la relación entre hombre y mujer en tanto que las dos caras de una persona. Floreados vestidos victorianos cosidos sobre masculinos trajes de raya diplomática. Un pantalón de lana cuya parte trasera se ha convertido en una falda de volantes. Medias que engañan el ojo y simulan el efecto de un calcetín de ejecutivo.
Un discurso sin concesiones y una actitud vital e ideológica que se traduce en la política de la empresa. Hace un par de años, Rei inventó las Guerrilla Stores. Tiendas que se abren sólo durante un breve periodode tiempo en espacios no especialmente habilitados para ello. Sin inversión. Sin vidirieras. Sin decoración.
La llegada de Comme des Garçons a París coincidió en el tiempo con la de muy célebres creadores japoneses como Yohji Yamamoto, Issey Miyake. Y en el espíritu, con la de una moda intelectualizada e intensa. Oscura y reflexiva. De profundo y significativo negro. Una de esas corrientes que se aman o se odian. "Hiroshima chic" la llamarona algunos críticos. Pero la armada japonesa trajo una nueva sensibilidad, menos frívola, a los salones parisinos y a la estética del mundo. Una década después, el trabajo de Kawakubo ha evolucionado. En poco tiempo demostró la profundidad de su discurso y el error que suponía encasillarla.
En un reportaje dedicado a Rei Kawakubo publicado en septiembre de 2006, la revista Vogue Paris afirma que los admiradores de Comme des Garçons aconsejan no hacerse tantas preguntas sobre la marca, sus intenciones y motivaciones. Pero lo cierto es que la ropa que concibe Kawakubo sí interroga, sí genera un debate.
www.guerrilla-store.com