En los jardines del Museo Rodin, en París, el diseñador italiano Valentino se ha despedido de la moda con un espectacular desfile con 75 modelos y más de 700 invitados que disfrutaron de un espectáculo único.,entre ellos se encontraban Pablo de Grecia y Marie Chantal Miller, Uma Thurman, Paloma Cuevas y su marido, Enrique Ponce; modelos como Nadja Auermann y Claudia Schiffer; Nati Abascal, acompañada por sus hijos; Frarah Diva, Marisa Berenson, Rosario Nadal, Carla Royo Villanova y la creadora Miuccia Prada.
"Estoy orgulloso del trabajo que les he ofrecido", explicaba tras el desfile."¿Cómo me siento? Confundido. Ahora mismo lo único que quiero es abrazarle. Pero él está contento porque se ha ido cuando ha querido, a su manera, estando todavía en lo más alto", confesaba.
El desfile fue la muestra del estilo de un gran romántico, que durante 45 años se ha empeñando en una búsqueda de lo hermoso y armónico. No había nostalgia ni voluntad retrospectiva, era un alegato de la vitalidad de su legado. Toda la historia de Valentino estaba presente en la prodigiosa proporción de un sencillo abrigo blanco con cuello de satén, en el ondulante movimiento de un vestido de noche malva, en el estallido de los estampados florales.
Aparecieron todos los símbolos, pero los usó con frescura. Los lazos se sugerían, sin rematarse siquiera, y servían para descubrir una espalda cubierta de brillantes bordados. Y el rojo. Valentino diseñó un único y último vestido en su color más emblemático.
Primero lo mostró en un video, con una modelo repetida hasta el infinito. Luego fueron saliendo modelos reales, una tras otra, con una pieza que encara con ligereza su lugar para el recuerdo. Y después, teñido ya todo de rojo, salió él y levantó, de golpe, a los 900 invitados, incluidos Miuccia Prada, Christian Lacroix o Alber Elbaz. El diseñador de Lanvin admitía que "su legado seguirá siendo una influencia para muchos de nosotros durante mucho tiempo".
Tras el escenario, sus costureras lloraban desconsoladas. "Estoy contenta por él, pero muy triste por mí", explicaba Maria Reza, que lleva 25 años en su taller. Corría el champán y las lágrimas en la carpa montada en los jardines del Museo Rodin, pero el diseñador de 75 años se mantenía sereno.
Al finalizar, Valentino se ha mostrado satisfecho con el trabajo que ha realizado en su larga carrera, porque "siempre que he hecho colecciones en estos 45 años lo he hecho disfrutando con placer y dando toda mi vida a esta noble causa de la moda".
Ha valorado especialmente a quienes le han acompañado en estos años. "Aunque me despido del mundo de la moda, me siento muy satisfecho en esta hora del adiós. Me siento feliz porque tengo una gran demostracion de afecto de mis colegas y tambien de los más de 700 amigos que esta noche me acompañan en Paris, la cuna del 'glamour' y del refinamiento".
Ademas, Valentino ha tenido palabras amables sobre su pasado, pero sobre todo, cariñosas hacia el futuro y especialmente hacia su sucesora. "No me arrepiento de nada de lo que he hecho, en todo caso de haber robado tiempo a mis íntimos por dedicarme en esfuerzo y alma al diseño de moda. A todos mis amigos me llevo para siempre conmigo. Y la empresa queda en buenas manos. En marzo debuta mi sucesora, de la cual espero mucho".
¿Qué va a hacer después de este desfile? Los propietarios de la compañía, que dejó de ser suya en 1998, han elegido a Alessandra Facchinetti como su sucesora, pero él no se plantea jubilarse. Recibirá del alcalde la medalla de la Villa de París, que sella su idilio con la ciudad en la que se formó como aprendiz de Jean Dessès y Guy Laroche. Y uno de los pocos honores que a los franceses les quedan por concederle, pues recibió la Legión de Honor en 2005.
Sus planes inmediatos pasan por viajar al carnaval de Río de Janeiro para celebrar el cumpleaños de Giammetti y luego a Moscú para subastar el último vestido que se vio en el desfile. En mayo se le espera en el Festival de Cannes, donde se presentará un documental sobre su vida y obra que el periodista Matt Tyrnauer ha elaborado a partir de 250 horas de grabación a lo largo de dos años. Y el 19 de junio tiene otra sonada apertura: la de la exposición Valentino: Thèmes et variations. Será la primera que el Museo de las Artes Decorativas de París dedica a un diseñador italiano. Por si a alguien le queda alguna duda, aclaraba: "No soy el tipo de persona que se queda en casa viendo la televisión todo el día. Encontraré algo que hacer".